15 meses después y cinco viajes a Nepal.

Han pasado 15 meses desde que por primera vez escribí en este blog y mi vida ha cambiado totalmente desde entonces.

Lo que comenzó como una aventura de voluntariado se ha convertido hoy día en el propósito principal de mi vida. En este momento me encuentro de nuevo en Kathmandú, por quinta vez en poco mas de un año. He pasado por todas las etapas, voluntario activo con nuestros niños de Chitwan a los que me refería al principio de comenzar con este blog, crear a mi vuelta NAMASTE ONG Voluntariado en Nepal, volver cuatro meses después en Semana Santa con un grupo de diez voluntarios que nos ayudaron a hacer autosuficiente este orfanato, tercer viaje en verano, para buscar nuevos proyectos con los que colaborar, donde se unió como vicepresidenta nuestra incansable Laura, que nos abrió la oportunidad de hacer nuestro el orfanato de Lalitpur, que ella con su ilusión transformó un lugar inhabitable para 17 niños en un nuevo hogar, regresé de nuevo en noviembre con la intención, ya no solo de hacer nuestro un hogar para los niños, sino también crear desde cero, el que desde diciembre es NAMASTE PEACE HOME, en la aldea de Sanga. Y de nuevo, en febrero, aquí estoy con la ilusión de ver consolidado este hogar donde nuestros siete niños de Lantang disfrutan de un entorno sano, saludable, y de una alimentación y educación de calidad.

En esta semana que llevo en Nepal he tenido tiempo de vivir sensaciones contradictorias, he disfrutado de ver como evolucionan nuestros niños, desde su llegada a nuestra casa de acogida, han ganado en peso, higiene y salud. Nuestro pequeño Prakash sufrió hace un mes de apendicitis y tuvimos que llevarlo a operar de urgencia. Aquí en Nepal no existe un sistema gratuito de salud y su operación costó casi 350 euros, en el hospital, aunque sea una urgencia, si no haces un depósito de dinero antes del ingreso no te admiten. Luego el pago va por cada concepto, sábanas limpias, rupias, anestesia, rupias, cirujano, rupias, quitar puntos, rupias… Afortunadamente, hoy Prakash se encuentra perfectamente recuperado. Los demás, Pasang, Sonam, Saroj, Manita, Mingma y Prity demuestran un interés por aprender y una curiosidad infinita. Como el curso actual está finalizando, comenzarán el nuevo escolarizados en un magnífico colegio privado en Bakthapur.

En este momento, un nuevo voluntario, Borja, se encuentra en nuestra casa en Sanga, disfrutando con ellos, enseñándoles, jugando con ellos, llevándolos de excursión, bañándolos y dándoles masajes con aceite de semillas de mostaza para hidratar sus pieles secas y curtidas por el frío de su aldea en las montañas de Langtang. A él se le unirán en marzo otro voluntario español, Ánder y tres voluntarias inglesas.

Quisiera agradecer enormemente la ayuda desinteresada que Tony Aguilar, director de Kumari House, nos ha ofrecido a través de sus proyectos con The Direct Help Foundation está llevando en Kathmandú, con su proyecto Barrio, en el que con su infinita paciencia y trabajo está cambiando totalmente el barrio 18 de Kathmandú, uno de los mas pobres, ayudando a 25 niñas en su casa de acogida, a cientos de personas con su comedor abierto a quien lo necesite y con su proyecto de alfabetización de mujeres viudas. Gracias Tony, eres un orgullo y una referencia para mi.

En la parte “no tan positiva”, la lucha diaria con una sociedad que no entiende la ayuda como una posibilidad de proyección en el futuro, sino que vive día a día y eso hace a veces que les lleven a recurrir a tretas y trucos para poder asegurarse su futuro inmediato.

La polución de Kathmandú, la basura y suciedad en cada rincón, el tráfico insoportable con los interminables atascos y el sonido sinfín de miles bocinas sonando al mismo tiempo, los cortes de luz que en estos momentos con casi de 11 horas al día, hacen desesperar a cualquiera, pero como dicen los nepalís “Ke gar ne” (Que se le va a hacer)….

Los próximos días los pasaré en nuestra casa de acogida con los niños y visitando en Baseri a 4 horas de nuestro un hogar un nuevo proyecto de ayuda para que los próximos voluntarios que vengan en verano puedan participar en cambiar la situación de esta aldea, ayudando en el colegio, en los campos de arroz, terminando un camino que les comunique con la carretera y les permita salir del aislamiento en que se encuentran.

Si la luz, Internet y las fuerzas lo permiten en los próximos días me gustaría contaros las curiosidades y anécdotas de este maravilloso pueblo, como sus tradicionales bodas que esta fecha se reproducen por todo el valle de Kathmandú.

Namasté!