Friday, October 3, 2008

Primeras visitas en Kathmandú


Hoy, tras el madrugón (5 de la mañana) y mi primera comida, compartida con Justine, una voluntaria que ha finalizado su periodo y que en dos días regresa a Polonia, me dirijo con ella y Asmita a las oficinas de Info Nepal, donde durante tres horas recibo mis primeras clases de Nepalí, ya se decir Namasté y Mero naam Jose ho (Hola y mi nombre es Jose), el progreso es evidente, me puedo comunicar.
A las 9 de la mañana comienzo algunas de la visitas que tengo programadas por la ONG.


Complejo de Pashupatinath, es el templo hindú mas importante de la ciudad y que esta dedicado a Pashupati, Dios de las bestias, que es una forma benévola que adopta el Dios Shiva. En el templo solo pueden entrar hinduistas. El complejo esta a orillas del rio Bagmati, que es afluente del Ganges y que tambien es considerado sagrado. En la orilla se encuentran varios ghats de cremación (Arya Ghats) donde se ven piras con cuerpos ardiendo. El Bagmati, al ser un rio con mucho menos caudal que el Ganges, hace que las orillas no se separen mucho, por lo que presenciar la cremación desde la orilla de enfrente, me daba la sensación de que podíamos molestar a las familias de los difuntos.

Es el centro hinduísta más grande de todo Nepal, y uno de los más importantes del mundo. No dejan a los occidentales meterse en el interior (una pena) pero puedes pasear por los alrededores y obtener una vista del conjunto. Pagodas gigantes, templos menores, gente purificándose en el río, todo mezclado con el olor del incienso y la carne de los cadáveres quemándose en la orilla. Es extraña la sensación de saber que estás inhalando un muerto, aunque sean sus cenizas.

Lo único un poco desconcertante en Pashupatinath son ciertos shadus (hombres sagrados) que hay. A algunos de ellos no se les ve rezando ni meditando, solo ofreciéndose como modelos para las fotos que vienen a hacer los turistas a cambio de unas rupias. Siento decir que esto no me ha agradado tanto y que esa manera de venderse choca de frente con esa espiritualidad que se presume de un 'Hombre Santo'. No soy religioso, pero si lo fuera, me ofendería ver eso en mi templo. Pero bueno, también hay shadus verdaderos, de los cuales algunos han hecho promesas como la de estar 40 años de pie. El que hay en Pashupatinath lleva seis años sin sentarse o tumbarse (animo chico que solo de quedan 34 años!)


Bhaktapur es la tercera ciudad mas grande del Valle después de Katmandú y Patán y también era un reino antiguamente. Como las otras dos, también tiene una Plaza Durbar cuyo acceso cuesta 750 rupias. A pesar de lo caro merece la pena entrar, el ambiente es mucho mas relajado ya que, a diferencia de las Durgar de Kath y Patan, la de Bhaktapur no tiene trafico.
Comemos en un restaurante a lado de la plaza y probamos "momos" vegetales, de pollo
La ciudad en sí es increíble. Lo mejor que he visto por Nepal. Es la esencia de la vida de aquí. Una ciudad que no ha cambiado casi en los últimos 500 años. Andar por sus calles era como remontarse a una vida más sencilla y humilde.
Aquí y allá pequeños artesanos trabajan con sus manos, como lo hicieron sus antepasados y como lo hará su descendencia. El sistema de castas sigue arraigado en estas gentes.

La pagoda de 5 pisos impresiona, y la escalinata no menos, sobre todo cuando se ve desde arriba. La decoración del palacio está tan detallada que podría pasar días descubriendo cosas nuevas. Hice fotos a las dos estatuas de Shiva y Parvati, de los que se dice que son tan bellas que al artista que las creó le cortaron las manos para que no pudiera crear otra obra similar.
Con el guía estuve hablando de costumbres newar.
Sujana me contó que cuando un familiar muere aquí no pueden vestir nada negro, sólo blanco, y guardan luto por un año. Además, en el caso del fallecimiento de su abuela, a su padre no le podían tocar, ni cocinar para él, ni comer la misma comida.
Tampoco podían hablarle, y tenía que dormir en el suelo. No me explicó por qué, pero debe ser un tipo de purificación. Todo esto vino a cuenta de que este año no podía celebrar su cumpleaños, ni ninguna fiesta, por el luto.
Por otro lado, aquí el color de las bodas es el rojo. Las mujeres visten sus saris rojos, tika en la frente, bindis rojos, y una raya roja en la separación del pelo, en la raya al medio.


Boudhanath, centro espiritual más importante del budismo mahayana, y la stupa más grande de todo Nepal. Me entró un escalofrío cuando vi los ojos de Buda por primera vez, penetrantes, serenos, infinitos (me encantan), con sus gruesas cejas, el tercer ojo, y la nariz con forma de "ek" (uno en nepalí), unidad. La boca no está, las palabras no son importantes, las orejas tampoco, los cánticos y oraciones tampoco lo son. Sólo el recto contemplar a los 4 puntos cardinales.

Un bosque de banderas de oraciones rodeaban el penacho de la stupa dándole colorido al templo inspirado en un mandala (base redonda, cuadrado encima, luego otro piso circular, cuadrado encima y redondo otra vez... os haceis una idea). Lo primero que hice, por supuesto, fue hacer rodar las ruedas de oraciones y rodear el templo en el sentido de las agujas del reloj. Monjes tibetanos se sentaban o rodeaban el templo con gran devoción, algunos simplemente dormitaban en un asiento. Hay una gran comunidad de monjes tibetanos en la zona, digamos que el templo es "suyo" en el sentido de que es donde se reúnen. Lo bueno de la temporada baja es que no hay casi turistas, y te puedes meter mejor en el ambiente. A lo lejos alguna trompeta entonaba cánticos budistas y otras voces la acompañaban. Es mágico.

Las imágenes, las estatuas, las campanas, ruedas y banderas ondeando. Incluso la sencillez del templo sorprende. Lo malo de las visitas guiadas es que no puedes tomarte tu tiempo para verlo a tu ritmo. Pero para eso está mi percepción espacial y mi memoria para los caminos: Estoy seguro de que volveré. Para verlo mejor y para ir de compras, que vi muchos mandalas bonitos, así como campanas, cuencos tibetanos, ruedas, etc. El paraíso de un turista a precio nepalí y en temporada baja.


Patán, Durbar Square. Impresionante, mucho mejor que la de Kathmandú, más típica, más gente, menos turistas y más templos. Al parecer son más antiguos y los detalles de la decoración son increíbles.
Las fotos dirán más que yo. También vi un templo por el camino, una pagoda de 4 pisos. Al principio creí que era Durbar Square, pero al final sólo era un templo aislado. Una comitiva funeraria pasó delante nuestro portando un cadáver (es lo que tienen los funerales) cubierto sólo con telas y un séquito de gente con incienso derás. Iban al río a quemarlo, por supuesto.
El templo de los mil budas (Templo Mahabuda), aunque está escondido detrás de una calleja, es precioso. Mil figuritas (o muchas, no se si habrá tantas como reza el nombre) esculpidas por toda su fachada, increíble, como un panal de abejas.


Acabo de volver de Thamel, el centro de Kathmandú. Ha sido mi primera visita turística, y es genial la ciudad. Estresante, sí, pero de un modo diferente. No podría vivir aquí, demasiada gente, demasiado tráfico, mucho peligro de morir atropellado (y yo me preocupaba de las enfermedades...). Pero mola ver las tiendecitas, las mujeres con sari, los pequeños templos que aparecen en cada esquina o cada plazuela. Budistas e hinduistas en perfecta armonía. Estilo típicamente indio en edificios y pagodas.
Estuve vagando por las calles sin parar casi en ningún sitio. He intentado hacer fotos a lo que podía. Luego fui a Durbar Square, donde está el palacio real. Gracias a la tarjeta de voluntario hemos entrado por la cara. Lo malo es que es muy fácil perderse. Todas las calles iguales, muchas y sin orden aparente, pero creo que más o menos me quedé con el camino. Si no es fácil, andas en una dirección determinada y te encontrarás en una calle conocida, o saldrás de Thamel. Si no siempre me quedará el "... kaahaa chha?" (¿dónde está ...?).

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